22 mitos nutricionales muy comunes que debes dejar atrás
Mitos nutricionales hay muchos que persisten desde hace décadas. Y seguirán surgiendo con el paso de los años, por eso es tarea de todos, o por lo menos mía como nutricionista, de que los elimines de tu vida. Ya que creer en estos mitos alimentarios, lejos de mejorar tu alimentación y salud, la empeorarán.:
1. Los alimentos light ayudan a bajar de peso y son sanos
Los productos alimenticios “light”, “dietéticos” o con la etiqueta de “bajo en grasas” suelen ser alimentos procesados con aproximadamente un 30 % menos calorías, azúcares o grasas que el mismo producto en su versión “normal”.
Esto no quiere decir que sean más saludables. Hay algunos que sí, y la gran mayoría pueden ser hasta alimentos de peor calidad nutricional.
Es uno de los más falsos mitos sobre la nutrición, asegurar categóricamente que son sanos, sobre todo cuando se ha demostrado que pueden llegar a contener hasta más azúcares (ya que si le quitas la grasa al producto pierde sabor) u otros aditivos y edulcorantes poco interesantes.
2. Saltarse comidas ayuda a bajar de peso
Muchas personas creen que saltarse la cena, por ejemplo, puede ayudarles a perder mucho peso, bajo la lógica que están comiendo menos. Esto es falso, falsísimo.
Casi siempre saltarse comidas, lo que va a provocar es que las personas tienden a comer más ya sea en la ingesta anterior (“no voy a cenar porque me he pasado comiendo”), o en las posteriores (“como anoche no cené, desayuno más”) Esto altera mucho nuestra regulación hambre – saciedad y aumentan los episodios de atracones por culpa, ansiedad o simplemente hambre.
3. Comer carbohidratos por la noche engorda
Consumir carbohidratos por la noche no engorda más que hacerlo por las mañanas o a cualquier hora del día. Ni que cualquier otro alimento graso o proteico. Es más, la calorías de los alimentos proteicos son las mismas que la de los carbohidratos, si si, como lo lees.
El problema en sí mismo no está en la hora del consumo del carbohidrato o alimento, sino en su patrón alimentario habitual, en el estilo de vida que tiene la persona, su actividad física, número de pasos, ejercicio físico, horas sentado trabajando, calidad de sueño, niveles de estrés, estado psicológico, la genética…. en fin, un sin fin de factores.
4. El desayuno es la comida más importante
Este puede que sea uno de los más extendidos mitos de la nutrición, ya que incluso se ha escuchado a nutricionistas profesionales defendiéndolo hasta el cansancio, pero no es todo tan simple.
No existe hasta hoy día ningún estudio que aporte evidencia suficiente como para asegurar que el desayuno importa más que cualquier otra comida del día o te va a aportar más beneficios que no hacerlo. Todas las comidas son importantes.
La realidad es que esto se debe adaptar a la persona y a su señal de hambre. Si tienes hambre por la mañana, desayuna, si no, no te obligues ni fuerces.
5. Lo único que importa para adelgazar es contar calorías
No. Contar calorías no es el único método que existe para perder peso, ni para estar saludables. Es más, te diría que todo lo contrario, te aleja de la salud y no te lo recomiendo en absoluto.
Si bien tener un régimen hipocalórico controlado, pensando alimentos y contando calorías al detalle, puede ayudar a algunas personas a controlar su peso, en algunos pacientes puede llegar a ser contraproducente, generando incluso trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón. O ni siquiera trastornos, simplemente una obsesión y mala relación con la comida, ¿quieres eso?
Es más, la realidad es que, si comienzas con esta práctica, ¿realmente ves viable contar calorías y pesar alimentos 5 veces al día durante el resto de tu vida? Espero que la respuesta sea NO.
Es mil veces más efectivo entender las dinámicas básicas de los alimentos, sus nutrientes y alimentarse en base a ello, a través de la educación nutricional. Antes de contar calorías, busca un nutricionista que te enseñe a comer más saludable.
6. Lo ideal es comer de 5 a 6 veces al día
No existe una receta estándar para la frecuencia alimenticia que funcione para todo el mundo. Esa creencia se ha propagado por los canales fitness como plaga, pero no es cierto.
La frecuencia en la dieta va a depender del estilo de vida de cada persona, de costumbre alimentarias arraigadas por ejemplo de la familia, de cómo la persona gestiona y escucha el apetito, la saciedad, de sus niveles de ansiedad, niveles hormonales, calidad del sueño y de otros millones de factores.
Dos o tres comidas pueden funcionar en determinados contextos, siempre que se ingieran todos los nutrientes que este necesita para funcionar adecuadamente. Otras personas necesitan cinco o seis. Todo dependerá del caso. Hay que individualizar.
7. Estar delgado y estar sano es lo mismo
No, no y mil veces no.
Sin duda alguna este es el mito más extendido y que más daño puede hacer.
Nos han hecho creer durante muchos años que el peso es el único parámetro de salud. Y bien es cierto que pesar 150 kg tiende o tendrá consecuencias negativas en la persona, éste no es el único parámetro.
Existen personas de cuerpo grande, con una predominancia genética a un peso elevado, que pueden estar en condiciones mucho más saludables que una persona delgada, simplemente por llevar una buena alimentación, practicar frecuentemente actividad física, buena funcionalidad muscular, buena calidad de sueño, cero niveles de estrés y ausencia de consumo de sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol.
Por tanto, dejemos de estigmatizar a las personas de cuerpo grande por su tamaño. (Esto es gordofobia). Porque la realidad es que hay personas delgadas que no cumplen ni siquiera con uno de los factores arriba mencionados, y por tanto su salud va a estar mucho más comprometida aunque no lo aparente.
8. Todos los zumos son saludables
La moda de los “zumos naturales” la ha hecho mella.
Si bien es cierto que un zumo natural de naranja recién exprimido, en su temporada, es muy estupendo a nivel vitamínico y nutricional, y sobre todo que está buenísimo, esta no suele ser la característica de todos los jugos.
La razón por la que se desaconsejan los zumos es porque se elimina la fibra que se consumiría masticando la fruta, y el hecho de ser líquido hace que los niveles de glucosa en sangre se disparen. Pero como siempre no todo es blanco o negro.
Si la única fruta que tomas es a través del zumo de naranja natural, pues adelante. Si no eres una persona con problemas de glucemia o diabetes, adelante. Si simplemente te lo tomas de forma ocasional porque te gustan, adelante. Sin embargo si haces un consumo diario de zumos, especialmente los comerciales donde suele haber además azúcar añadidos o edulcorantes, vamos a intentar mejorar este hábito.
Consejo: Si el zumo lleva verduras o una fuente de proteína como puede ser un lácteo, o una fuente de grasas como los frutos secos, el índice glucémico disminuye.
9. Los hombres no padecen trastornos alimenticios
Cuando se habla de trastornos alimentarios siempre nos dirigimos al público femenino. Pero la realidad es que los hombres también los padecen, y mucho más en silencio. Ya que esta enfermedad está estigmatizada a la mujer y los hombres pueden sentir mucha más vergüenza por padecerla, y por tanto ocultarla y no pedir ayuda.
Algunos celebrities masculinos que han padecido un TCA son: Ed Sheeran, Sam Smith, Robert Pattinson, Elton John, Dennis Quaid, Eminem o Chris Pratt.
10. Los suplementos pueden sustituir la comida
Algunos suplementos alimenticios o deportivos pueden llegar a ser muy útiles y necesarios cuando son recomendados por nutricionistas, médicos o entrenadores personales certificados. Pero en ningún caso pueden suplantar a una alimentación completa.
Este no es más que otro de los mitos sobre la comida.
Los alimentos, a diferencia de los suplementos puntuales, tienen un compendio de nutrientes en su estructura que aportan balance a su composición, permitiendo la mejor absorción por el cuerpo, mayor valor nutricional y mayores beneficios.
11. Comer huevos aumenta el colesterol
Al igual que con otros alimentos ricos en colesterol en el pasado, el huevo ha sido estigmatizado como un producto dañino. Todo a consecuencia una recomendación en los años 80 de la Asociación Americad del Corazón que desaconsejó su consumo, pero más tarde rectificó en el año 2000.
El caso es que, si bien algunas personas pueden llegar a ser sensibles a los alimentos altos en colesterol por causas sobre todo genéticas, este no afecta igual a la mayoría.
Productos altos en colesterol como los huevos o los lácteos, no solo son saludables, sino que aportan nutrientes esenciales para una dieta balanceada y completa.
Los niveles altos de colesterol van a tener más que ver con una dieta pobre y baja en fibra, frutas y verduras, alta en grasa trans, azúcares e inactividad física.
12. La verdura es mejor fresca que congelada
No. La afirmación de que la verdura congelada pierde sus nutrientes y aportes beneficiosos es otro de los grandes mitos.
Si bien es cierto que algunas marcas de verduras enlatadas o congeladas pueden agregar azúcares, edulcorantes, aceites de mala calidad u otros aditivos como potenciadores del sabor entre otros, esta no es la norma en todos los casos.
Tener verduras congeladas o envasadas en vidrio es una de las mejores estrategias de planificación alimenticia, sobre todo en los tiempos que vivimos. Al igual que congelarla no daña o degrada en absoluto sus aportes nutricionales. Puede que no sean tan firmes o coloridas, pero no te impiden hacerte un buen salteado para cenar en cinco minutos en esos días sin tiempo y con prisas.
Otros mitos nutricionales completamente falsos
Podríamos seguir hablando de mitos sobre la nutrición todo el día. Por esta razón, los profesionales insistimos tanto en la educación nutricional y en saber a quién se escucha, sobre todo en las RRSS, donde hay tanto exceso de información, muchas veces erróneas y son causa de mucha confusión en la población e incluso un caldo de cultivo para trastornos alimenticios. Por ejemplo, podemos mencionar otros mitos, completamente falsos:
- Las patata engordan
- Todas las grasas son malas
- Los probióticos son buenos para todo el mundo
- Hay que comer de todo con moderación
- La lechuga por la noche da gases
- Las personas gordas no tienen fuerza de voluntad
- Importan más las calorías que los nutrientes
- La dieta es un 70% y el ejercicio un 30%
- La leche vegetal es más sana que la de vaca
- La proteína vegetal no es suficiente para cubrir la ingesta diaria
Hasta aquí el recorrido de hoy por los mitos y dichos falsos más grandes de la industria alimenticia. Si crees que alguno de los mitos nutricionales importantes ha quedado fuera, no dudes en comentarlo.