La mente juega un papel decisivo en la forma en que las personas se alimentan y su nutrición en general influye de regreso en el modo que se sienten a largo plazo. Esta relación cíclica es estudiada por la psiconutrición, una disciplina integral que busca crear relaciones sanas con los alimentos. En adelante, no sólo profundizaremos en qué es la psiconutrición, sino en los beneficios que aporta como proceso terapéutico para conseguir una relación saludable con la comida, sin culpa ni miedos.
Sin más, veamos cómo este nuevo concepto ayuda a romper con la concepción tradicional de dieta-salud en aquellos que no encaja en ese patrón.
Definición y fundamentos
La psiconutrición es un enfoque terapéutico que integra a la psicología y la nutrición en un solo eje de tratamiento, reconociendo la influencia que los patrones mentales y emocionales de una persona determinan en sus hábitos alimenticios.
Para lograr este objetivo, la disciplina trata de descomponer la relación que las personas crean con la comida a través de sus pensamientos, emociones y experiencia pasadas.
A diferencia de otros enfoques nutricionales que únicamente miden lo que una persona come, la psiconutrición juzga con igual importancia el porqué come de la forma en que lo hace, tratando de equilibrar la salud mental con la física, dándole un sentido más integral.
¿Tiene fundamentos reales?: Las emociones y la comida
Las personas pueden comer por muchos motivos que van más allá de la supervivencia y del hambre como sustento nutricional. Por emociones como ansiedad, depresión, aburrimiento, tristeza, heridas emocionales del pasado, contextos sociales poco saludables, mitos alimenticios aprendidos, evitar la confrontación, refuerzos intermitentes ante situaciones no resueltas…
Todos estos factores pueden hacer muy difícil que una persona mantenga una alimentación saludable y libre de culpabilidad.
Este enfoque pone de manifiesto que la falta de motivación no tiene nada que ver en esta situaciones, si no que hay causas subyacentes de un problema mayor y se valora la existencia de casos reales donde la ayuda profesional conjunta de nutricionistas y psicólogos es esencial para lograr un cambio significativo en los patrones de conducta que se relacionan con la comida.
Trastornos y problemas comunes
La psiconutrición cuenta con herramientas poderosas para tratar los TCA o trastornos de la conducta alimenticia, que en su mayoría pueden derivar en comportamientos nocivos para la salud a corto y mediano plazo, como, por ejemplo:
- La anorexia nerviosa
- La bulimia nerviosa
- Trastornos de atracón
- Trastornos de evitación/restricción de la ingesta de alimentos
Sin embargo, muchas personas acuden a los grupos de especialistas en psiconutrición para conseguir acompañamiento en conductas que suelen ser menos llamativas, pero igual de dolorosas, que causan un malestar importante como:
- Sentimientos negativos como ira, tristeza, decepción, culpa y similares al comer
- Imposibilidad de adherirse a un plan nutricional
- Deseo incontrolable por ciertos alimentos como dulces y procesados
- La comida como regulador de la ansiedad y el estrés
- Insatisfacción corporal
- Miedo a engordar por el consumo de ciertos alimentos o a perder salud
- Patrones de auto-sabotaje emocional al comer
¿Cómo saber si la psiconutrición es para ti?
La psiconutrición es útil para niños, jóvenes y adultos que deseen tener un cambio significativo en sus hábitos alimenticios y que se vean a sí mismos incapaces de conseguir dicha transformación por su cuenta. En un sentido más amplio, existen algunos indicadores que podrían ser útiles para detectar la necesidad de ayuda profesional. Por ejemplo:
- Llevar toda la vida haciendo dietas y en lucha para perder peso
- Ansiedad asociada a la alimentación (antes, después o al pensar en comer).
- Una obsesión con la cuenta de calorías, azúcares, etc
- Preocupación recurrente por ganar o perder peso
- Culpa por comer fuera de casa o alimentos procesados considerados poco saludables
- Comenzar el camino para tener una relación sana con la comida
Todos estos pueden ser indicadores válidos, aunque, en un sentido general, basta con saber que los profesionales en esta área atenderán a todo aquel que desee tener una relación más sana con los alimentos, al igual que aquellos que sientan una sobre preocupación por su alimentación.
¿Qué herramientas usa la psiconutrición?
Existen muchas herramientas dentro del contexto de la psiconutrición cuyo empleo dependerá específicamente de las necesidades de cada caso.
Las terapias cognitivo-conductuales, por ejemplo, son bastante comunes en este tipo de enfoques terapéuticos y es la encargada de identificar los patrones de pensamientos específicos que desencadenan la mala asociación con la comida, un distorsionado concepto del propio peso o una apatía hacia la alimentación saludable.
El Mindfulness busca que las personas puedan estar más presentes en su día a día, pudiendo identificar de manera eficiente las señales que les incitan a comer o evitar los alimentos. Haciendo de la alimentación una acto consciente, encontrando así la plenitud y satisfacción en todos los sentidos.
La terapia de aceptación y compromiso es un esquema conjunto que busca que las personas acepten procesos difíciles y emociones complicadas, para que puedan entender cómo estas desencadenan su mala relación con los alimentos. Al afrontar el complejo panorama emocional, el individuo tiene menos posibilidades de usar la comida como escape de tensiones y estrés.
La educación nutricional es extremadamente necesaria para que las personas puedan combatir los mitos de la alimentación, y las reglas alimentarias aprendidas durante los años tras varios periodos de dieta y además socialmente aceptadas y aplaudidas. Reconectando con la intuición natural de comer bajo nuestras propias señales de hambre y saciedad.
Todos estos procesos son clave dentro del panorama de rehabilitación psiconutricional y estarán presenten en mayor o menor medida según sea necesario.
¿Quiénes pueden aplicar tratamientos en esta área?
Tal como se ha mencionado antes, este tipo de disciplinas se practica de la mano de un equipo profesional interdisciplinario que involucra a un experto en psicología y a un experto en nutrición clínica. Cada uno trabajando en su campo correspondiente.
Aunque, en teoría, nada imposibilita a un profesional de la nutrición contar con ambas especialidades en su haber, es clave confiar este proceso a verdaderos expertos certificados y evitar a perfiles intrusistas que tratan a este novedoso enfoque como una moda a la que se pueden sumar sin tener las cualidades ni certificaciones necesarios.
Beneficios de contar con asistencia en psiconutrición
Existen muchos beneficios asociados a la asistencia profesional en psiconutrición. Entre lo más importante destaca:
1. Entender las causas adyacentes.
Un profesional dedicado a esta área del conocimiento puede ayudar a las personas a detectar cuáles son los verdaderos factores emocionales, mentales o traumas que puedan estar interfiriendo de manera negativa con su relación con la comida. De esta manera se consigue un enfoque más amplio y soluciones más efectivas al problema.
2. Enfoque personalizado.
No todas las personas son iguales y esta es la razón por la que no todos los tratamientos, dietas y terapias funcionan para cualquiera. Un acompañamiento profesional puede proporcionar un enfoque dirigido a la medida, enfocado en el perfil nutricional, hormonal y psicológico de cada persona, maximizando las posibilidades de éxito.
3. Conseguir cambios significativos en los patrones de comportamiento
La terapia y la asistencia nutricional pueden ayudar a las personas a conseguir cambios significativos en sus patrones conductuales alimenticios mediante la aplicación de diversas herramientas de amplio alcance, lo que hace el proceso de transformación mucho más rápido y eficaz que la vía individual.
4. Adquisición de nuevas herramientas y enfoques.
Los especialistas en psiconutrición pueden proporcionar herramientas útiles para que las personas logren cuestionarse sus patrones de comportamiento, detecten detonantes emocionales negativos, afronten sus emociones y lidien con ellas de manera positiva y eviten usar los alimentos como única vía de escape emocional.
5. Apoyo y motivación.
Muchas veces las personas solo necesitan sentirse acompañadas por un equipo que entienda lo que les pasa, que pueda darle las respuestas que necesitan y que los motive a seguir adelante, hasta que ellos puedan hacer el camino restante por su cuenta. En este sentido, no hay nadie mejor que un grupo experto en psiconutrición.
Esperamos que después de esta nota entienda muy bien qué es la psiconutrición y cuál es su papel en el acompañamiento terapéutico para personas que deseen mejorar su relación con los alimentos, potenciando su salud mental y física en el proceso.
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[…] de la ingesta existen también diferentes detonantes del hambre reconocidos en la psiconutrición. Entre […]